Mira a estas figuras dominantes dándole duro, inmovilizando a sus parejas en suelos de cemento frío en cuartos sombríos. Les pegan y montan con agarres firmes. Una escena muestra a un amo con un cinturón de cuero grueso, usando una cuerda gastada para atar muñecas antes de un juego rudo contra una pared de ladrillo. Todo es puro poder sin tregua.