Hay algo en las escenas de ropa interior que te engancha. Van de tíos y tías apretando y dándose caña mientras llevan boxers transparentes o braguitas de satén, muchas veces en salones desordenados. Un detalle guapo: a veces hay un cesto de ropa tirado por ahí, con más piezas de colores que pegan con el ambiente.