Estos videos caseros te meten directo en espacios personales donde la gente se suelta sin freno. Imagina un dormitorio desordenado, con una cámara temblorosa en un mueble, grabando cada azote y lamida. Es pura gente común dándole duro en una cama que cruje. Algunos hasta tienen ese toque nostálgico de grabaciones viejas con mala calidad.