A mi novia le encanta ser observada mientras se complace a sí misma. La pillé haciéndolo de nuevo y me invitó a unirme. Ella es una zorra caliente y no pude resistirme. Tuvimos una sesión caliente juntos.
Mientras entraba a la habitación, me saludó la vista de mi despampanante novia dándose placer a sí misma.La vista de ella en medio del éxtasis era a la vez excitante y cautivadora.Mientras tomaba asiento en el sillón, notó mi presencia y decidió dar un espectáculo para mí.Abrió sus piernas de par en par, dejando ver su zona más íntima a mis ansiosos ojos.La visión de sus pliegues húmedos y los movimientos rítmicos de sus dedos llevándose al clímax fue demasiado para resistirse.Me encontré incapaz de mirar hacia otro lado, mi excitación creció con cada segundo que pasaba.Esta revelación abrió todo un nuevo mundo de placer para nosotros, ya que descubrí que tenía un fetiche por ser observada mientras se daba placer a ella misma.Esto llevó a muchos más momentos íntimos entre nosotros, cada uno más excitante que el último.